52 (Adolfo R. Gorosito, 2021) – Leí en PERFIL un artículo escrito por Angélica Gorosdischer en septiembre 2020, titulado “Los árboles y yo”. Ella es escritora argentina, vive en Buenos Aires, tiene 90 años de edad. Deja un claro mensaje en defensa de la naturaleza, por lo que deseo compartirlo con mis lectores: – “Una se repite, es inevitable. Hasta hubo quien dijo que un escritor escribe siempre el mismo libro. ¿Repeticiones? ¡Claro que sí! En mi caso, los árboles me interesan y ando preguntando sus nombres, si dan flores, si se pelan en invierno, etcétera. Recuerdo el caso del anciano que se estaba muriendo pero salió trabajosa y dolorosamente a su jardín para abrazar uno a uno sus árboles, .y dijo: Tengo que despedirme de ellos” Los árboles son seres vivos, nos reconocen y nos protegen. Sentí mucha pena e indignación cuando me detuve a observar cierta vereda de nuestro pueblo, en la que derribaron y quitaron todos los árboles en un tramo de casi media cuadra. ¿Puede haber algo más cruel y desubicado? Aparte de que es claro daño a la ciudad y a su gente, solo porque hay hojas que otros consideran un mal mayor, o porque los árboles no dejan ver el frente de los negocios. Pregunto a los que talan árboles… ¿No piensan que cada árbol es un ser vivo? ¿No saben que no se debe blandir el hacha contra la carne que lleva la savia? ¿En qué mundo quieren vivir? ¿En el polvo y el viento, sin agua y sin verde? ¿En un mundo aniquilado por el sol y la sequía? Mi posición anímica no tiene relevancia pero deseo reflejar el sentimiento que flota entre los árboles y yo.
