45 (Adolfo R. Gorosito – [email protected] – Mayo 2020) – No puedo sustraerme al deseo de dedicar mi nota a una de las efemérides más importantes de nuestra nación, como es el acontecimiento calificado Revolución de Mayo, porque dio oportunidad para que en medio del fragor de las ideas se manifestara firmemente el deseo de constituir gobierno propio, renunciando a la secular dependencia del reino español. A todas luces este aniversario es diferente a los tradicionales, porque la ciudadanía está marcada por el flagelo de la pandemia que provoca el COVID.19 originado en Wuhan, ciudad china ubicada 1000 kilómetros al norte de Pekín, y que se diseminó en el mundo como latigazo letal. La secuela sigue su marcha indefinida y la información es constante, hasta obsesiva. En esta modesta columna nos estamos ocupando del tema. Pensemos en el futuro inmediato para intentar la reorganización social de nuestro país. Después de la pandemia los cambios serán imprescindibles para asegurar la continuidad de nuestra situación en salud y equilibrio entre cuestiones políticas, económicas y creatividad. Será necesaria la suma de valores como unión (Asociación de personas con intereses comunes) y unidad (Propiedad de lo que no puede dividirse). Para superar la situación actual es necesario dejar de lado intereses subalternos, segundas intenciones, egoísmos, especulaciones e intrigas políticas. Es necesario reemplazar la grieta – producto de fanatismo e intolerancia – con la decisión unánime de ser dignos herederos de aquellos patriotas que en Mayo de 1810 sentaron las bases de un país independiente.
